La sensibilidad dental puede ser provocada por una mala alimentación o ciertos hábitos diarios que al realizarlos incorrectamente pueden dañar el esmalte.
Actualmente lucir dientes blancos es lo más importante en nuestro entorno social, por lo cual existen pastas blanqueadoras de libre venta, que dentro de sus ingredientes poseen peróxidos encargados de la acción blanqueadora.
Sin embargo, el utilizar este tipo de productos constantemente puede ocasionar problemas en las superficies de tus dientes dando lugar a la sensibilidad dental.
El diente es un órgano integrado por esmalte (lo que recubre el diente), dentina (la capa que rodea directamente el nervio) y pulpa dental (en el centro del diente).
Cuando el esmalte se desgasta, brinda menos protección y los miles de conductos diminutos que van al centro del nervio dental quedan expuestos. Además de alterar la mordida produciendo mayores problemas.
Cuando se tiene un esmalte débil la sensibilidad dental puede presentarse al consumir una bebida caliente, una paleta helada, un dulce pegajoso.
El consumo en exceso de bebidas ácidas provoca la erosión del esmalte, así como el bruxismo (Apretamiento dental) o incluso un diente astillado o quebrado hace que se exponga la dentina.
Al ejercer mucha fuerza sobre las encías durante el cepillado puede provocar que se retraigan con el paso del tiempo, exponiendo la superficie de la raíz molestias incluso al silbar. De igual manera apretar los dientes descontroladamente provoca perdida de la inserción de las encías