Las lesiones musculares y articulares pueden verse agravadas por una mala salud buco-dental, como consecuencia de infecciones dentarias. Las infecciones bucales son peligrosas para los deportistas, ya que las bacterias que se encuentran en la cavidad bucal pasan de forma fácil y rápida al torrente sanguíneo, pudiendo facilitar de esta forma las posibles lesiones en otras partes del cuerpo.
Al pasar estas bacterias al torrente sanguíneo, nuestro sistema inmune se ve debilitado, y no responde de la forma ideal ante el rendimiento deportivo. De este modo, mientras practicamos deporte podemos llegar a sentir fatiga, inflamación articular e incluso facilitar los desgarros musculares y las lesiones en las articulaciones de índole más grave.
Otras patologías como las caries, la gingivitis, el sangrado de encías y las infecciones bucales pueden llegar a provocarnos episodios de fiebre, con la consecuente debilidad general y bajada de defensas.