– La confianza en uno mismo va de la mano de unos dientes sanos y bonitos
– Unos dientes sanos ayudan a mantener una dieta equilibrada
– Unos dientes sanos ayudan a mantener la apariencia natural del perfil facial
La pérdida dental o el deterioro de los dientes implica una menor confianza al reír y sonreír, desconfianza en uno mismo al interactuar con los demás y riesgos de sufrir trastornos emocionales como la depresión, ansiedad, etc.
También afecta a la nutrición debido a una ingesta restringida al haber muchos alimentos que no pueden comerse con normalidad. Dificultad para masticar y comer alimentos duros y fibrosos, como las nueces y las frutas. Otros problemas son la movilidad de dientes, problemas musculares y articulares.
Cuando faltan la mayoría de los dientes, la mandíbula puede reducirse y el perfil facial puede cambiar.
Con la incorporación de nuevas tecnologías el diagnostico, evaluación y planificación del tratamiento hace que el proceso sea seguro, predecible, con resultados esperados y utilizando técnicas mínimamente invasivas. El número de visitas se reduce al mínimo y podrás volver a tu vida diaria con una bonita y restaurada sonrisa en poco tiempo.
Con un cuidado adecuado, una restauración con implantes puede durar más de 40 años. La no utilización del cepillo e hilo dental es la principal causa de infecciones y por lo tanto del fracaso de los implantes. Una buena rutina en higiene y en visitas de seguimiento son necesarias para garantizar la longevidad de tu tratamiento.
Las nuevas coronas y puentes tendrán la misma apariencia y los notaras igual que tus dientes naturales.
Los implantes son la solución más duradera para mejorar la función oral y la apariencia, ayuda a prevenir la perdida de hueso actuando como la raíz de los dientes perdidos y con un buen cuidado pueden durar toda la vida.